Por: Rafael Ocando/ columnista voluntario Informativo El Morro
No es casualidad que justo cuando Santa Marta DTCH, está en el año en que se cumple su quinto centenario y está presentando un repunte positivo en su actividad turística, se da a conocer un informe reencauchado que con datos que no corresponden a su demografía, ni jurídica , ni a la realidad delictiva con el rimbombante titular de que está en la lista de las ciudades más peligrosas o violentas del mundo.
Está claro que la intención de la publicación de este informe que al igual que las encuestas de intención de voto para la época electoral, le va bien al que lo manda a hacer o el que las paga.
No es casualidad que en el mentado informe, aparezcan mejor ubicadas otras ciudades del país con mayor población y exorbitantes índices de criminalidad como Barranquilla o Cali.
Está claro que la intención de este informe amañado con datos erróneos, es poner a Santa Marta en mala referencia de países como Estados Unidos que acostumbran a recomendar a sus naturales a no visitar ciertas regiones del mundo.
También busca esto afectar a Santa Marta, cuando recientemente el gobierno Petro, que no es amigo del gobierno local, anunció una multimillonaria inversión en un centro de tecnología o datacenter, que bien podría estar pensando hacerse en cualquiera de las ciudades con mejor ubicación que Santa Marta en ese apócrifo ranking.
La ciudad amanece hoy con una pregunta: ¿ Que es la vaina con Santa Marta? Este ya no es un tema de colores políticos de la geopolítica local, aquí hay una mala intención de otros sectores que no les conviene el repunte de turismo y competitividad que tiene la ciudad dos veces santa.
Este debe verse como un llamado a la unión y la defensa del territorio, que los problemas internos de unos con otros no sean aprovechados por vecinos para descalificar , desprestigiar o desincentivar la imagen de la ciudad.
Yo considero que quién conociendo las condiciones de Santa Marta y con el conocimiento de que el informe no es real, se preste para difundir o amplificar esa noticia, es un enemigo más del progreso y el desarrollo de Santa Marta, porque lo que es con Santa Marta es conmigo, con el hotelero, el comerciante y todo aquel que vive de lo que se afecte con dicha publicación.