Una médica del hospital de San Sebastián, en el sur del Magdalena, rompió el silencio y denunció públicamente presuntos abusos laborales dentro del centro asistencial. Según su testimonio, las jornadas de trabajo serían excesivas y el ambiente laboral cada vez más hostil, al punto de convertirse en un escenario de persecución hacia el personal que no se pliega a ciertas directrices internas.
La profesional aseguró que los médicos y enfermeros estarían siendo presionados de forma sistemática, lo que ha generado un clima de miedo y desgaste en medio de la crisis hospitalaria que atraviesa la región. “Nos obligan a cubrir turnos imposibles y si reclamamos, comienzan los señalamientos y el hostigamiento”, expresó con preocupación.
Detrás de esta situación, según se comenta entre los mismos empleados, podrían existir motivaciones políticas que nada tienen que ver con la atención médica. Varios trabajadores afirman que el hospital estaría siendo manipulado por intereses particulares, donde el mérito profesional pasó a segundo plano frente a las conveniencias de poder y las pugnas por mantener el control institucional.
El caso ha encendido las alarmas en la comunidad médica del Magdalena, que exige a las autoridades departamentales una investigación seria e independiente. Mientras tanto, los pacientes y el personal siguen enfrentando un panorama crítico, donde el derecho a la salud y la dignidad laboral parecen quedar sepultados bajo el peso de la politiquería.