Santa Marta está próxima a cumplir 500 años de historia y todavía la ciudadanía, no toma conciencia que los residuos deben ser introducidos debidamente a los contenedores de basura a fin que la urbe se mantenga siempre limpia.
No obstante, esta problemática tomó otro giro, luego de la grave denuncia interpuesta por Atesa donde indicó que personas inescrupulosas estarían pagando $15.000 a los recicladores para esparcir los desechos en las principales avenidas y calles de la ciudad, generando una contingencia sanitaria que provoca nauseabundos olores afectando la salud de niños, jóvenes y adultos.
“Atesa rechaza de manera enérgica estos presuntos hechos que, de comprobarse, constituirían una acción irresponsable y reprochable”, señaló la empresa en un comunicado. “Este tipo de prácticas atentan contra la limpieza, la salud pública, el medio ambiente y el esfuerzo conjunto de la comunidad y las entidades comprometidas con el bienestar de la ciudad”.
La compañía reiteró su compromiso con Santa Marta y el derecho de sus habitantes a vivir en entornos limpios y seguros. Asimismo, hizo un llamado a la ciudadanía para que reporte cualquier situación anómala relacionada con la gestión de residuos, e invitó a continuar fomentando una cultura de corresponsabilidad ambiental.
El caso ha generado preocupación entre residentes y líderes comunitarios, quienes piden a las autoridades una pronta investigación para esclarecer los hechos y aplicar las sanciones correspondientes en caso de confirmarse la denuncia.