En el mágico litoral donde las montañas de la Sierra Nevada besan al Mar Caribe, Santa Marta la ciudad más antigua de Colombia ha sido por siglos un crisol de talento, resiliencia y brillantez.
Entre los quinientos personajes que han dado forma a esta tierra de historias y hazañas, emerge un nombre con temple de justicia y espíritu transformador: Vilbrum Eduard Tovar Peña.
Así como las letras encontraron voz universal en Gabriel García Márquez, y el balón se convirtió en poesía en los pies de Carlos ‘El Pibe’ Valderrama Palacio y Radamel Falcao García, Santa Marta también ha parido líderes cuyas luchas han brotado desde las entrañas del pueblo.
El líder espiritual Alberto José García es uno de ellos. Y junto a ellos, con toga de jurista y verbo de tribuno, se encuentra Vilbrum Eduard Tovar Peña referente del pensamiento progresista colombiano y defensor incansable de la justicia social.
Su trayectoria conjuga pensamiento crítico con acción comunitaria, construyendo puentes entre la academia y la calle, entre las ideas que transforman y las manos que las materializan. Su nombre, que hoy se suma al panteón de los hijos ilustres de Santa Marta, representa la voz de una nueva ciudadanía que no teme exigir dignidad, memoria y futuro.
Santa Marta no sólo mira hacia su pasado glorioso, sino que celebra el presente vivo y fértil de líderes como Vilbrum, cuya existencia honra las raíces de la ciudad y siembra esperanza en su porvenir.