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La tormenta en el Tránsito Municipal de Fundación no cesa, y ahora no solo salpica, sino que empieza a hundir a más funcionarios.
La polémica Lina Lanzziano, ya señalada por presuntamente haber trepado en la entidad con una hoja de vida presuntamente falsa, no estaría sola en su ascenso silencioso: la jefe de Recursos Humanos, Danina de León Arévalo, acaba de ingresar al infame club de los denunciados, señalada por omisión. ¿Por qué? Porque simplemente no revisó el documento que validaba o no la idoneidad de su compañera de entidad.
Y mientras crecen las dudas, desaparecen las pruebas. La hoja de vida de Lanzziano, pieza clave para esclarecer la verdad, se esfumó misteriosamente de los archivos institucionales. ¿Conveniente accidente o jugada de maestro? La Fiscalía, atada de manos, no puede reconstruir el expediente, lo que pone en jaque toda la investigación.
La historia, comenzó con un derecho de petición enviado desde un correo “anónimo”, con apellido Chaparro incluido, exigiendo los documentos de la funcionaria.
Desde ahí, se destapó un entramado que ya huele más a pacto de silencio que a simple negligencia.
Un habitante de Fundación, cansado de los actos de corrupción, lo resumió sin tapujos.
“Esto es una cadena de corruptos. Ahí todo se tapa. La Contraloría y todas las ‘ías’ ya sabrán y harán lo de siempre: encubrir. En Intrasfun se mueve mucho billete, pero es del usuario, del que paga puntual sus impuestos mientras ellos se lo comen a cucharadas”.
Más funcionarios en la mira
Pero lo más grave está por venir. Con la jefa de Recursos Humanos en la mira, podrían caer más piezas del dominó.
Según el abogado Walter Merlante, este tipo de omisiones no solo ameritan destitución inmediata, sino una inhabilidad prolongada para ejercer cargos públicos. Y si se confirma falsedad en documento, el artículo 287 del Código Penal podría mandar a varios a reflexionar entre rejas.
Permanece separada del cargo
Mientras tanto, Lina Lanzziano fue separada del cargo por orden de la personera municipal María Camila Zambrano, pero eso es solo la punta del iceberg. La pregunta que retumba entre los pasillos de Intrasfun es: ¿cuántos más sabían y callaron? Porque si esto fue omisión, fue a gritos.
La noria de este escándalo sigue girando, y con cada vuelta, alguien más termina mareado o en el ojo del huracán.
