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Por Vilbrum Edwar Tovar Peña.
El 14 de mayo será recordado no por lo que se logró, sino por lo que se dejó pasar. Lo ocurrido en el Senado de la República durante la votación de la consulta nos obliga a examinar la situación con lupa y, más que eso, a prender todas las alertas.
LAS TORMENTAS DEL CAMBIO
Hoy el debate no es entre gobierno y oposición, sino entre lealtades difusas y traiciones encubiertas. La peor batalla no es contra el contradictor visible, sino contra el aliado que no es leal.
El Gobierno del Cambio enfrenta su desafío más complejo: la oposición más feroz no viene desde afuera, sino desde los papayazos que se le brindan desde adentro. No hay peligro mayor que la deslealtad disfrazada de cercanía, que las promesas.
LA INDIFERENCIA SE VUELVE COMPLICIDAD
En política, como en la vida, es mejor equivocarse con los amigos sinceros que perderlo todo por confiar en traidores o negociantes encubiertos. ¿Cómo es posible que senadores del Pacto Histórico hayan estado ausentes en una votación que definía el rumbo de los derechos laborales? No había excusa válida, no había razón suficiente para abandonar el recinto.
Ese día, si era necesario, se debía soportar el dolor de estómago, tragarse el malestar, quedarse de pie, resistir. Pero no. Se dio papaya, y la derecha no perdona ni desperdicia oportunidades, cuando tuvo la diferencia a su favor ordeno el cierre de la votación.
Ahora celebran, brincan en un solo pie. Papaya puesta, papaya partida.
¿QUIÉNES ESTÁN DECIDIENDO EL DESTINO DEL CAMBIO?
Llegan explicaciones, llegan justificaciones… pero la preocupación sigue creciendo. ¿Quiénes realmente están llegando al gobierno? ¿Por qué los nombramientos parecen cada vez más ajenos a una trayectoria de lucha y compromiso con el proyecto democrático del cambio?
Ministros como Gaviria en Educación o Cecilia López en Agricultura podrían interpretarse como contradictores políticos incorporados en aras de la construcción de un gran acuerdo nacional. Sin embargo, Luis Carlos Reyes en la DIAN cayó en la ilusión de considerarse un genio, mientras que Álvaro Leyva Durán en la Cancillería se creyó una figura indispensable.
¿Ingenuidad o un exceso de buena fe?
Nuestro gobierno debe reflexionar con urgencia sobre quiénes lo acompañan en su camino, antes de que ese sendero lo conduzca directamente al abismo de la deslealtad.
El episodio de Laura Sarabia es solo un anticipo de lo que se puede desatar. ¿Hasta dónde llegará la confusión cuando empiecen a sembrar nuevas historias? ¿Cuántas versiones más surgirán para distorsionar el rumbo del proyecto?
EL FUEGO "AMIGO" SE INTENSIFICA
No nos engañemos. Vienen tormentas, vienen vendavales con rayos y centellas más fuertes. Es momento de prepararse, de asumir con responsabilidad el compromiso histórico.
Porque si el contradictor político es predecible, el aliado que traiciona es un arma silenciosa y mortal en contra de nuestro proyecto.
Que no nos tome por sorpresa con otra traición interna. Porque la peor batalla no es contra el contradictor visible, sino contra el aliado que no es leal.
