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Denuncian abuso policial contra comerciantes nocturnos en Santa Marta

Denuncian abuso policial contra comerciantes nocturnos en Santa Marta

Según la denuncia, el artífice de los atropellos sería el mayor Jiménez , quien estaría actuando con contundencia que roza el exceso cuando se trata de comerciantes honestos.

 

Mientras el crimen campa a sus anchas en las calles, la Policía Metropolitana parece haber encontrado su enemigo en los comerciantes formales.

Y lo anterior se ve reflejado en una nueva denuncia ciudadana que pone en el ojo del huracán al Mayor Jiménez, funcionario de la Policía Metropolitana de Santa Marta, señalado por presuntos abusos de autoridad, persecución institucional y omisión frente al delito común.

Según los afectados, el Mayor actúa con una contundencia que roza el exceso cuando se trata de comerciantes honestos.

Cierres arbitrarios y desproporcionados

Cierres arbitrarios de locales, operativos desproporcionados con hasta cinco policías armados para sellar negocios legales, todo sin advertencia previa ni derecho a defensa, lo que violaría la Ley 232 de 1995 y el debido proceso.

“Actúan como si se tratara de delincuentes armados, pero se trata de trabajadores que pagan impuestos y generan empleo”, denunció un comerciante afectado.

“Cuando uno llama a denunciar un robo, no aparece ni una patrulla. Pero para clausurar un negocio, llegan como si fuera una redada antidrogas”, afirman los denunciantes.

Acciones injustas y repetitivas

Estas acciones no serían casos aislados. Se habla ya de reincidencia en este tipo de actuaciones, que han generado una ruptura de confianza entre el gremio de comerciantes y la institución que debería velar por su seguridad.

El panorama es claro: en Santa Marta, los comerciantes legales sienten que deben protegerse del hampa… y también de la Policía.

Mientras tanto, la inseguridad real robos, atracos, amenazas sigue creciendo ante la mirada ausente de quienes deberían combatirla.

Hoy, la ciudadanía alza la voz. Exigen que el Coronel Ríos, comandante de la Policía Metropolitana, revise urgentemente los protocolos de actuación y se establezca una relación más justa y equilibrada con los comerciantes formales, quienes no son el enemigo, sino aliados clave en el desarrollo económico de la ciudad.

Santa Marta necesita una Policía que proteja, no que persiga gente inocente. Que ataque al crimen, no al trabajo honesto. Que dé seguridad, no miedo.