El alcalde de Santa Marta Carlos Pinedo Cuello, llegó al corregimiento de Bonda, acompañado de toda la oferta institucional de la administración distrital, para brindarle a los habitantes de esa zona rural , los servicios del gobierno, más cerca de sus hogares.
El mandatario se comprometió a cumplir de una vez por todas con un rosario de promesas que durante 12 años de gobiernos de Fuerza Ciudadana , nunca vieron ser realidad.
La planta de tratamiento de El Curval , la pavimentación de vías terciarias y otras inversiones fundamentales para la calidad de vida, de los bonderos, dejarán de ser palabras que se lleva el viento para verse materializadas, gracias a la voluntad del máximo dirigente de la ciudad.
Pinedo, como de costumbre en sus visitas barriales, realizó un recorrido por el puesto de Salud, el colegio amarillo y sí, llegó hasta el predio donde queda lo que iba a ser un escenario para la educación de más de 300 niños y niñas de este corregimiento el CDI.
Una jungla de desangre de recursos hacia el pueblo
El mandatario, al llegar al sitio manifestó que este es un autentico y genuino elefante blanco, hierros oxidados y un espiritu de olvido y abandono, es lo que queda de la obra que prometía ser el escenario para la educación de más de 300 niños y niñas.
Evidenció igualmente un parque de menos de 50 metros cuadrados, en un sector aledaño, que fue con lo que engañaron los gobierno de Fuerza Ciudadana a la comunidad de este sector de los Laureles de Bonda, para que guardaran silencio por tener que convivir por tiempo indefinido con semejante adefesio.
Pinedo, se comprometió a revisar con su equipo de infraestructura,una salida jurídica que permita realizar las inversiones que acaben con una de las obras que más vergüenza le genera a los samarios, siendo objetivo de múltiples procesos fiscales y disciplinarios, todos ellos son ningún tipo de efecto o fallo condenatorio que ponga tras las rejas a quienes dilapidaron los recursos de la niñez de Santa Marta.