Entre el verdor de la Sierra Nevada y el murmullo de los ríos, la vereda Buritaca, en la zona rural de Santa Marta, se prepara para convertirse en epicentro de una revolución educativa. Allí, el Gobierno Nacional levantará una sede universitaria destinada a los jóvenes campesinos que sueñan con profesionalizarse sin abandonar su territorio.
La iniciativa, liderada por el presidente Gustavo Petro y el Ministerio de Educación, representa un paso firme hacia la inclusión y el desarrollo del campo. El propósito es claro: que la educación superior deje de ser un privilegio urbano y se arraigue también en los paisajes rurales del país.
Con una inversión cercana a los 18 mil millones de pesos, el proyecto contempla un moderno campus sostenible, diseñado para convivir con la naturaleza de la Sierra. En sus aulas, cinco universidades públicas ofrecerán programas técnicos, tecnológicos y profesionales enfocados en las necesidades de la región.
Esta apuesta no solo busca formar nuevos profesionales, sino sembrar esperanza en las comunidades rurales que por años han debido migrar para estudiar. Así, el Gobierno Nacional traza un camino para cerrar la brecha educativa entre el campo y la ciudad, fortaleciendo el conocimiento desde el corazón verde del Magdalena.