Con pasos firmes y una gestión visible en el territorio, Álvaro Esmeral Gómez, director de la Mesa para las Víctimas del Conflicto Armado en el departamento del Magdalena, se ha convertido en un símbolo de esperanza para miles de víctimas que por años esperaron una mano amiga y respuestas concretas del Estado.
En tiempo récord, Esmeral ha liderado acciones históricas que marcan un antes y un después en la reparación a las víctimas en el departamento. A finales de agosto, en el municipio de Aracataca, 1.003 víctimas del conflicto armado recibieron sus cartas de indemnización, un logro sin precedentes en esta región del Caribe colombiano.
Pero el compromiso no se detuvo ahí. Apenas iniciando septiembre, la Unidad para las Víctimas se trasladó a Ciénaga, donde se ejecutó una intervención histórica de más de 19 mil millones de pesos en indemnizaciones, beneficiando a un amplio número de afectados por la violencia en ese municipio.
Siguiendo el mandato del presidente Gustavo Petro y bajo el lema "Vamos del Escritorio a los Territorios", Álvaro Esmeral dio un paso más allá al visitar la comunidad Arhuaca en Kankawarwa, ubicada en la cuenca del río Fundación. Acompañado por el cabildo indígena Luis Salcedo Zalabata, el director participó en la concertación de la medida de indemnización colectiva como parte del plan integral de reparación a esta comunidad ancestral.
“Haremos presencia en todos los territorios donde existan víctimas del conflicto armado”, ha reiterado Esmeral, quien ha demostrado que la justicia y la reparación también se construyen caminando junto a las comunidades, en sus territorios, reconociendo su dolor y su dignidad.
Con estos avances, Álvaro Esmeral no solo fortalece el proceso de reparación, sino que se posiciona como un líder comprometido con la verdadera transformación social desde la justicia, la verdad y la reparación integral