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El destructor Gerald Ford vuelve al mar Caribe colombiano : el imperio reanuda sus bombardeos con el cuento del narcotráfico

El destructor Gerald Ford vuelve al mar Caribe colombiano : el imperio reanuda sus bombardeos con el cuento del narcotráfico

El regreso del portaaviones USS Gerald Ford al Mar Caribe en Colombia es otra muestra del abuso y la arrogancia militar de Estados Unidos, que vuelve a usar el viejo pretexto del narcotráfico para justificar su presencia bélica en aguas latinoamericanas. Mientras hablan de “seguridad hemisférica”, en realidad despliegan un acto descarado de intimidación y violación a la soberanía regional, bombardeando embarcaciones sin pruebas ni autorización de ningún gobierno legítimo del Caribe.


 

Lejos de ser una operación antidroga, se trata de una demostración de poder imperial, donde Washington se arroga el derecho de decidir quién vive y quién muere en mares que no le pertenecen. Las embarcaciones destruidas, muchas veces sin verificación alguna, podrían pertenecer a pescadores o comerciantes locales, pero eso poco le importa al Pentágono, que dispara primero y pregunta nunca. Todo bajo el amparo de su narrativa hipócrita de “lucha contra el narcotráfico”, que ha servido durante décadas para justificar guerras, invasiones y muerte en América Latina.


 

El Caribe no necesita portaaviones, necesita respeto. El Gerald Ford no trae paz ni cooperación, trae miedo, fuego y soberbia imperial. Esta presencia militar no es ayuda: es una advertencia disfrazada, un recordatorio de que el poder del norte sigue creyendo que puede imponer su ley en nuestros mares. Y mientras los gobiernos callan, el ruido de los aviones de combate sobre nuestras aguas vuelve a recordarnos que la independencia latinoamericana sigue siendo, tristemente, una batalla inconclusa.