El samario manifestó haberse cansado de las imposiciones del extinto partido que, para su juicio, perdió el norte.*
A través de sus redes sociales, Andrés Correa, exmilitante de Fuerza Ciudadana, habló sin tapujos y reveló las razones por las cuales decidió abandonar el proyecto político liderado a su juicio, por un persona autoritaria que no reconoce los liderazgos de Santa Marta el resto del departamento, afirmando que fue una de las razones que lo llevaron al límite, sumado a las imposiciones y del doble discurso que hoy domina al extinto partido.
Correa explicó que su salida fue un acto de coherencia, subrayando que durante años creyó en un proyecto que perdió el rumbo y dejó de ser una esperanza de transformación para convertirse en un espacio de división, donde quienes piensan distinto son señalados como traidores.
El exmilitante aseguró que dentro de ese grupo político ya no hay oportunidades para los liderazgos genuinos, resaltando, además, que se premia a quienes llegan de otros partidos y se ignora a quienes cargaron los ladrillos del proceso de construcción.
“Allí se critica a la política tradicional, pero por debajo de la mesa se pacta con ella. Hoy su candidata representa precisamente lo que tanto decían combatir: no tiene trayectoria dentro del movimiento y fue impuesta por encima de los liderazgos que realmente construyeron la organización”, afirmó Correa.
Asimismo, el líder también cuestionó el trato hacia los trabajadores y la pérdida de valores dentro del partido. Dijo que hoy, a quienes continúan en ese movimiento, que ha perdido fuerza en el Magdalena, se les obliga a someterse y a llamarse partisanos, mientras se persigue a quienes piensan diferente.
“Invito a quienes aún están ahí a que hablen sin miedo del verdadero pensamiento que tienen sobre Caicedo. No somos traidores, somos personas cansadas de un proyecto que perdió el norte y el respeto por la gente”, afirmó Correa.
Finalmente, Correa aseguró que encontró en Noya un proceso político de unidad y respeto, en el que hay espacio para todos, por lo que invitó a sus excompañeros a unirse al proyecto. “Con Noya hay escucha, diálogo y voz para todos. El Magdalena necesita reconciliación, no más odios ni persecución”, concluyó.